Cómo cuidar un tatuaje de principio a fin
El tatuaje tiene una historia milenaria que se ha ido transmitiendo hasta nuestros días convirtiéndose, en el mundo contemporáneo, en una verdadera moda, un lenguaje para expresarse, que oscila entre distintas épocas y estratos sociales.
En las últimas décadas, el aumento de esta práctica corresponde también a un crecimiento en la atención y cuidado del tatuaje y de la zona de la piel afectada, para el mejor resultado del diseño, un aspecto que no debe pasarse por alto ya que es permanente y requiere láser o una operación quirúrgica para eliminarlo. El tatuaje es, en realidad, un adorno que penetra la piel con la tinta y cuidarlo significa dejar que el color arraigue de la mejor manera posible, evitando efectos no deseados.
Cómo cuidar un tatuaje
Cuidar un tatuaje requiere especial atención y práctica.
Es el propio tatuador/a quien envuelve la piel tatuada con una película protectora transparente, para conseguir que el dibujo quede protegido y no corra el riesgo de ser dañado por agentes externos.
El vendaje protector debe mantenerse durante las siguientes 2-4 horas y retirarse una sola vez en casa o en un lugar limpio, donde será posible lavar bien el tatuaje por primera vez con agua tibia y un jabón suave que ayude a mantener el nivel de hidratación natural de la piel tatuada.
La zona afectada de la dermis se debe masajear con las manos y frotar suavemente, eliminando el exceso de tinta.
La limpieza del tatuaje es, en el primer período, imprescindible y es un procedimiento que hay que realizar varias veces al día, normalmente 3, secando cada vez con papel absorbente o toalla limpia, y aplicando inmediatamente después una pomada hidratante que calme y repare la piel tatuada. Luego se permite que la piel respire, cubriendo el tatuaje solo con ropa y ropa limpias de algodón.
El tatuaje debe permanecer siempre hidratado, pero nunca mojado, para favorecer el proceso de hidratación natural.
Durante este período se debe prestar atención a todos aquellos elementos que puedan afectar negativamente al resultado óptimo del tatuaje y a la correcta hidratación de la piel. En la primera semana se recomienda no sumergir el tatuaje, ducharse en lugar de bañarse, evitar la piscina y sobre todo el mar, la arena y el sol.
Además, se debe tener cuidado de no golpear o rozar la zona tatuada y evitar el gimnasio, saunas, deportes acuáticos y cualquier actividad que suponga una sudoración excesiva en la zona, para no inflamar la piel circundante y evitar la salida de color.
Finalmente, en general, un buen consejo para cuidar el tatuaje es seguir las instrucciones de los tatuadores/as profesionales, que saben cómo tratar con seguridad los tatuajes; esto se aplica tanto a las primeras horas posteriores a la ejecución como a la rutina de higiene diaria post tatuaje.
Cuánto tarda en secarse un tatuaje
Después de hacerte un tatuaje, la piel se vuelve tersa y pueden aparecer costras de color, generalmente durante unos 10 a 20 días, dependiendo de los tipos de dermis y la capacidad de tu cuerpo.
Es normal que los primeros días la zona tatuada esté enrojecida, caliente y genere algo de dolor, sobre todo en las zonas del cuerpo más sensibles, y que suelte color, pero es importante seguir el proceso y contactar con tu médico en caso de enrojecimiento persistente, o sangrado e hinchazón excesivos.
Cuidar el tatuaje significa seguir las prácticas y los consejos del tatuador/a y, sobre todo, elegir y utilizar un producto de cuidado posterior en grado de hidratar y proteger el tatuaje. Una sustancia eficaz para este fin es el pantenol, una pro-vitamina que es absorbida por la piel y se transforma en vitamina B5. De esta manera, crea una capa protectora natural y transpirable que aporta el nivel de hidratación necesario para ayudar la piel a regenerarse desde dentro y estabilizar su función de barrera natural.
Cómo cuidar el tatuaje con el tiempo
Para mantener el tatuaje bien cuidado y la zona limpia, evitando reacciones desagradables como ligeros picores, la formación de costras o la apertura de algunas pequeñas heridas locales, es recomendable seguir lavándolo una vez al día, en verano, como máximo para eliminar sudor, polvo y exceso de sebo. Lo mejor es usar un jabón suave y frotar suavemente con los dedos.
Para mantener la apariencia del tatuaje a lo largo del tiempo y preservar su belleza, es extremadamente importante mantener el área tatuada hidratada, suave y saludable al continuar usando una buena crema hidratante.
También es fundamental seguir protegiendo el tatuaje de los rayos solares y de las cabinas de bronceado con filtros solares de alta protección, evitando que se desvanezca con el paso de los años con una crema solar específica para la zona tatuada con SPF 50+. De hecho, no se debe pasar por alto que la piel es en realidad el lienzo del tatuaje y que el sol acelera el proceso de envejecimiento, arrugándola y afectando así también al diseño.
Es cierto que el envejecimiento es natural e inexorable, pero siguiendo estas precauciones, haciendo ejercicio y manteniendo el cuerpo sano, se puede minimizar el fracaso de los tejidos y del propio tatuaje.