Sabemos que tu piel es muy especial. Constituye una barrera protectora contra las agresiones y tiene una increíble capacidad de autorregeneración. Pero cuando la piel se rompe puede ser vulnerable a las infecciones y necesitar la ayuda de productos antisépticos.
Los distintos tipos de heridas
El tratamiento de una herida depende de su tipo. Pero, en todos los casos, cuanto antes se traten, menor será el riesgo de infección.
- Arañazos: habituales en niños, pueden ser dolorosos, pero generalmente no dejan cicatriz. A menudo, la zona arañada está sucia, por lo que el riesgo de infección es mayor. Generalmente, los pequeños arañazos pueden tratarse en casa.
- Cortes: tienden a sangrar mucho debido a los daños en vasos sanguíneos. Generalmente, los pequeños cortes pueden tratarse en casa.
- Mordeduras: las mordeduras de animales siempre deben ser examinadas por un médico por su alto riesgo de infección.
- Ampollas: causadas por un roce excesivo contra la piel. En el tejido lesionado se acumula líquido, que puede salir al exterior. Generalmente, las pequeñas ampollas pueden tratarse en casa.
- Úlceras por presión: también conocidas como úlceras de decúbito o escaras, aparecen cuando una presión prolongada sobre la piel (por ejemplo, en pacientes encamados) afecta al riego sanguíneo de la zona.