La rutina completa para tu tatuaje
Paso 1: Limpieza
Es importante limpiar suavemente la piel tatuada tanto en las siguientes semanas como a largo plazo. La limpieza puede ser un desafío para la piel tatuada.
UN GEL INADECUADO:
- Puede eliminar los humectantes, lo que aumenta la sequedad de la piel
- Puede alterar el pH ácido de la piel (5,5), fundamental para el proceso natural de regeneración de la misma
- Puede disminuir los lípidos, debilitando la función de barrera y aumentando la pérdida de agua
Paso 2: Hidratación
La piel tatuada necesita una hidratación continua.
Es importante aplicar productos con una alta acción hidratante como Bepanthol® Tattoo Pomada Cuidado Intensivo que, gracias al pantenol, garantiza el correcto grado de hidratación de la piel tatuada y ayuda al proceso de regeneración natural de la piel.
Paso 3: Protección
Y, por último, ¡no olvides protegerte del sol!
Una vez finalizado el proceso de regeneración de la piel, es posible exponer al sol el tatuaje, sólo después de aplicar un protector solar adecuado, con un SPF elevado y eficaz tanto frente a los rayos UVA como frente a los UVB. De esta forma, preservarás la belleza de tu tatuaje, manteniendo vivos sus colores.
¿Por qué funciona Bepanthol®?
Tanto si es la primera o la décima vez que te tatúas, el cuidado posterior del tatuaje es clave. Esto es lo que va a proteger tu piel tatuada durante las próximas semanas; y ahí es donde entramos nosotros. Durante décadas, el sector del tatuaje ha utilizado Bepanthol® para:
- Mantener la piel hidratada, imprescindible para un tatuaje pulido.
- Ayudar a regenerar la piel tras el tatuaje.
- Proteger la piel con una capa transparente que permite que la piel respire.
El cuidado de la piel tatuada es importante: en este apartado hemos recopilado algunos consejos útiles sobre cómo cuidarla
Guía original aftercare
El cuidado del tatuaje comienza inmediatamente después de acabar el tatuaje y ayuda a proteger la piel tatuada durante las semanas siguientes. Así que sigue estos pasos, junto con las recomendaciones de tu tatuador/a.
Lava e hidrata el tatuaje al menos dos veces al día durante un periodo de tres a seis semanas. Y después, si tu tatuaje va a estar expuesto al sol, recuerda hidratarlo y protegerlo con una crema solar que te ayude a mantener vivos los colores del tatuaje.