Crema hidratante: qué es y cómo usarla

Al ser el órgano más grande y externo del cuerpo, nuestra piel responde a cambios constantes. Su estado y su salud rara vez permanecen invariables: en ella influyen diversos factores, como la contaminación, el calor, el frío, los factores ambientales y los hábitos alimentarios. Para mantener el bienestar de nuestra piel, es importante utilizar una gama eficaz de productos para su cuidado.

La aplicación de cremas hidratantes sobre el resto de los productos es esencial por dos motivos: fijar los principios activos e hidratar la piel.

Crema hidratante: ¿qué es?

Una crema hidratante, cuya formulación es diferente a la de las lociones o productos de limpieza facial, está diseñada para aportar humedad, minerales y vitaminas a la piel del rostro y el cuerpo, para una protección e hidratación duraderas durante todo el día.

Hidratar la piel es esencial y encontrar la crema hidratante adecuada para cada tipo de piel es igual de importante. ¿Tu piel es seca, grasa, normal o una combinación de ambas? Sea cual sea tu tipo de piel, necesita hidratación.

Eso es lo que hacen las cremas hidratantes: fijan la hidratación dentro de las células de la piel y evitan la pérdida de humedad a lo largo del día. Descubre más sobre las cremas hidratantes y aprende a utilizarlas eficazmente.

Crema hidratante: estructura e ingredientes

En el mercado existen varias texturas de cremas hidratantes, desde las extremadamente ricas para piel muy seca hasta las ligeras para pieles grasas. También se hace una importante distinción en las cremas de cuidado facial, entre las fórmulas de uso diurno y nocturno; las primeras son una buena base de maquillaje, y las segundas, con más nutrientes, en ocasiones naturales, son la mejor opción para una mayor absorción durante el sueño.

Es importante conocer las necesidades de la piel para elegir el producto adecuado en cada momento. Por ejemplo, si es invierno puede que te interese una crema rica, mientras que en los meses de verano o antes de maquillarte, o después de aplicar los desmaquillantes, una fórmula ligera puede ser la opción más adecuada.

Los ingredientes de las cremas hidratantes pueden variar mucho, veamos algunos ejemplos:

• Ácido hialurónico: excepcionalmente eficaz para atraer y retener la hidratación con efecto antiarrugas, perfecto para el contorno de ojos, cara y cuello. También funciona como antimanchas.
• Vitamina E: un acondicionador cutáneo potente y reparador que refuerza eficazmente la función barrera y protege la piel de las agresiones medioambientales. Para cuidados faciales, corporales y del contorno de los ojos.
• Aceite de argán: antioxidante nutritivo repleto de ácidos grasos, también conocidos como ceramidas, para reconstruir la película hidrolipídica de la piel y evitar la pérdida de agua. Potente antiedad.
• Aceite de aguacate: repleto de ácidos grasos esenciales para nutrir e
  hidratar.

Crema hidratante: ¿para qué sirve?

• Ayuda a mantener la piel hidratada y fresca. Hidrata, acondiciona, renueva y mejora el tono, la belleza y la complexión de la piel.
• Ayuda a promover una función de barrera saludable para una piel hidratada, tersa y flexible.
• Favorece la renovación natural celular para un aspecto hidratado.
• Deja la piel seca con un aspecto suave e hidratado. Evitando así rojeces y picor.
• Ayuda a calmar la piel sensible.
• Ayuda a combatir el envejecimiento.
• Protege y cubre las pequeñas fisuras de la piel.
• Ayuda a ralentizar la evaporación de la humedad de la piel.
• Crear una capa de protección calmante frente a los daños externos.

Hidratante: diferencias con las cremas y lociones

Las cremas y lociones hidratantes pueden variar mucho en sus ingredientes, fórmulas, texturas y usos. Algunos se adaptan mejor que otros a las necesidades de tu piel.
Conoce las diferencias para elegir el mejor producto para tu piel.

Empecemos por las lociones. Las lociones son un tipo específico de producto para el cuidado de la piel que puede pertenecer a la categoría de los "hidratantes". Hay algunas distinciones esenciales que hay que tener en cuenta al utilizar lociones: la primera es que suelen tener una textura más ligera que las cremas. Formuladas con un mayor contenido en agua que las cremas, la piel absorbe más fácilmente las lociones. La mayoría de las lociones no son grasas, lo que las convierte en la opción perfecta para las pieles grasas o con acné.

En cuanto a las cremas, su contenido en agua suele ser inferior al de las lociones. Esto las hace más espesas y capaces de crear una barrera más fuerte para sellar la humedad.

Las cremas son la opción ideal para los meses más fríos y secos, y para las personas con piel fina, sensible y seca.
 

Crema hidratante: cómo se utiliza y consejos de uso

Ten en cuenta tu tipo de piel

¿Tu piel es grasa, seca o una combinación de diferentes tipos? ¿Es propensa al acné o tienes la piel extremadamente sensible? Las respuestas a estas preguntas deberían determinar el tipo de producto que elijas, ya que las distintas cremas hidratantes están formuladas para distintos tipos de piel.

Piensa en la textura

La textura de una crema hidratante que se adapte a tu piel está relacionada en parte con tu tipo de piel y en parte con el tipo de sensación que buscas. Las pieles normales prefieren cremas hidratantes ligeras y no grasas, mientras que las pieles secas pueden necesitar una fórmula más rica y cremosa que mantenga alejada la sensación de sequedad. 

Rutina de cuidado de la piel

Establece una rutina de cuidados e higiene de la piel siguiendo las recomendaciones de dermatólogos para mantenerla fresca y sana.

Utiliza productos de higiene como gel, champú y jabón suaves en la ducha o el baño, y sécate la piel con palmaditas en lugar de frotarla con las manos. Aplícate en el rostro una crema facial, y en el cuerpo una loción corporal, con ingredientes hidratantes después de secarte la piel para ayudar a retener la humedad. Vuelve a aplicártela siempre que sea necesario.

Bebe al menos de 6 a 8 vasos de agua de forma diaria; esto ayudará a mantener tu piel hidratada y evitará los cambios bruscos de humedad y temperatura.

Evita frotarte y rascarte la piel irritada o sensible y limita el contacto con alérgenos e irritantes conocidos.

No olvides hidratar la piel de manos y pies, así como los labios.

Cuidado de la piel: cómo elegir la crema hidratante adecuada

Puede que pienses que todas las cremas hidratantes son iguales; sin embargo, existe una amplia gama de productos hidratantes y todos tienen olores y sensaciones diferentes, además de ofrecer distintos beneficios para tu piel.

Utiliza FPS

¿Te aplicas protección solar todos los días? Es la única forma de combatir los daños en la piel provocados por la radiación UV así que, si aún no lo has hecho, elige una crema hidratante con SPF 15 o superior y aplícatela antes de exponerte al sol y vuelve a aplicártela cada pocas horas.

Recomendamos que en verano te apliques SPF en todo el cuerpo a diario, ya que acostumbramos a ir más descubiertos/as, y en invierno, puedes limitarte a ponerte protección solar en el rostro, también a diario.

En conclusión, las cremas hidratantes son esenciales para reparar la piel, retener la humedad y protegerla de agresiones externas.

A medida que envejecemos, las glándulas sebáceas que mantienen nuestra piel sana e hidratada empiezan a perder su eficacia; como resultado, se producen menos aceites. Lo que nuestra piel necesita en este caso es más ayuda externa, y eso es lo que proporcionan las cremas hidratantes. Ayudan a nuestras glándulas sebáceas, ya que no necesitan producir tanta grasa. Sin embargo, si tienes la piel grasa, con tendencia al acné o mixta, elige una crema hidratante sin aceites o una mixta a base de agua para que no obstruya los poros y provoque brotes de acné. Una buena alimentación junto con el tipo adecuado de crema hidratante y el cuidado apropiado de la piel te ayudarán a mantenerla fresca, sana y resplandeciente durante mucho tiempo.