Cómo puedes ayudar a regenerar tu piel dañada por factores externos

Algunas condiciones meteorológicas a las que se expone nuestra piel producen cierta irritación y pueden dañarla. Pero, además del frío o el viento, hay otros factores externos que pueden afectar a la integridad de la barrera protectora de la piel: tatuajes, sequedad, cicatrices, rozaduras y grietas.

Ante esta variedad de factores que pueden amenazar tu salud dérmica, es conveniente tener en cuenta que una buena hidratación continuada contribuye a mantener la estructura y función de la piel, y, más concretamente, de su capa más externa: la epidermis.

Encargada de proteger el cuerpo frente al sol y la pérdida de agua, la epidermis está formada por un epitelio de cuatro capas, y su estructura se asemeja a una pared de ladrillos, en la que las células –llamadas queratinocitos– se disponen en filas, fuertemente unidas entre sí, y los lípidos hacen la función de cemento.

Si el contenido en agua de la capa más externa de la piel desciende más de lo óptimo, o si la piel carece de sustancias humectantes, entonces la estructura de la piel queda dañada y, por tanto, también su función de barrera. Es entonces cuando conviene aportar agentes humectantes y emolientes: los agentes humectantes proveen la hidratación necesaria, y las sustancias emolientes ayudan a restaurar la barrera cutánea, rellenando los espacios de los lípidos perdidos en la capa de “pared de ladrillos”. Es decir, cuando la piel pierde humedad, la función protectora se puede ver alterada. Por eso, la aplicación de una pomada protectora emoliente –con un mayor contenido graso– ayuda a aliviar la irritación y tirantez provocadas por la sequedad cutánea y por las agresiones externas, ayudando en el proceso de regeneración de la piel.

Por un lado, los lípidos aportados en forma de pomada forman una capa protectora que aísla la piel del contacto con sustancias irritantes y evita su deshidratación, proporcionando una hidratación en zonas localizadas. Por el otro, el aporte de pro-vitamina B5, conocida como pantenol, contribuye al proceso natural de regeneración de las células epiteliales, contribuyendo a la formación de piel y a su rápida recuperación frente a las agresiones, como las inclemencias del clima o la piel tras el tatuado.  

Recuerda que es importante mantener la piel hidratada y bien nutrida, especialmente en invierno, y de manera más necesaria aún si tienes la piel sensible. En nuestro blog encontrarás algunos consejos y recomendaciones para cuidar de tu piel y aliviar los síntomas de sequedad e irritación. ¡Síguenos y encuentra más consejos sobre salud de la piel y bienestar general!

 

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